1. Limpiar y secar antes de guardar.

Antes de guardar los manteles individuales de tela , es fundamental asegurarse de que estén limpios y completamente secos. Una sacudida rápida o un cepillado suave pueden eliminar cualquier miga o residuo suelto. Un paño húmedo y un detergente suave bastarán para las manchas más difíciles. Déjalos secar al aire completamente antes de guardarlos.
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2. Enróllalos para un fácil acceso
Si tienes poco espacio de almacenamiento, enrollar tus manteles individuales puede ser una gran solución. No solo ahorra espacio, sino que también evita arrugas antiestéticas. Empieza enrollando los manteles individuales de cuadros escoceses con cuidado, de un extremo al otro. Sujétalos con una cinta o cordel para que se mantengan bien en su lugar.
3. Doblar y apilar para mayor pulcritud
Para quienes tienen un poco más de espacio de almacenamiento, doblar y apilar puede ser una excelente opción. Extiende tus manteles individuales a rayas y dóblalos por la mitad o en tercios, según su tamaño. Apílalos cuidadosamente en un lugar designado, asegurándote de que todos tengan un tamaño y forma similares para una apariencia ordenada.
4. Divisores de cajones para una colección ordenada
Si tienes un cajón libre en la cocina o el comedor, los separadores de cajones pueden ser una gran ayuda. Ayudan a mantener tus manteles individuales a cuadros organizados, evitando que se enreden. Coloca un separador en el cajón y coloca los manteles individuales en posición vertical para acceder fácilmente cuando los necesites.
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5. Almacenamiento colgante para un toque decorativo
Considera usar un sistema de almacenamiento colgante si quieres exhibir tus manteles individuales y mantenerlos organizados. Los ganchos o perchas en la puerta de un armario o en la pared pueden ser una solución práctica y visualmente atractiva. De esta manera, tus manteles individuales beige, azules o estampados pueden integrarse en tu decoración, aportando un toque de estilo a tu espacio.
6. Fundas protectoras para almacenamiento a largo plazo
Las fundas protectoras son imprescindibles para quienes solo usan manteles individuales de tela en ocasiones especiales. Protegen los manteles individuales del polvo, la humedad y posibles plagas. Considere usar fundas de tela o incluso bolsas de plástico resellables de gran tamaño para mantenerlos en perfecto estado hasta su próximo uso.
7.Gíralos para prolongar su vida útil
Si quieres asegurarte de que tus manteles individuales se desgasten uniformemente, es buena idea rotarlos de otoño . Si tienes una colección de diferentes estilos o materiales, esta práctica puede ayudar a prolongar su vida útil. Alternar entre juegos te permite variar la decoración de tu mesa y renovar tu comedor.
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8.Etiqueta o código de color para selección rápida
Si tienes varios manteles individuales de diferentes colores o estampados, considera etiquetarlos o codificarlos por colores. Este sencillo truco te ahorrará tiempo al poner la mesa, permitiéndote encontrar rápidamente el mantel perfecto para la ocasión o tu estado de ánimo.